La mesada: ¿cuándo y cómo darla?
Enseñar a los niños sobre el valor del dinero es una de las lecciones más importantes que un padre o cuidador puede transmitir. Y uno de los primeros pasos en esa educación financiera es la famosa mesada o dinero de bolsillo. Pero, ¿cuándo es el momento adecuado para comenzar a dar mesada? ¿Y cómo hacerlo de forma que realmente les enseñe a administrar el dinero y no solo sea un regalo semanal? Aquí te lo explicamos.
AHORROEDUCACIÓN FINANCIERADINERO
Julethy Crespo Vizueta
7/30/20252 min read


¿Qué es la mesada y por qué es importante?
La mesada es una cantidad fija de dinero que se entrega a los niños o adolescentes de forma regular, ya sea semanal, quincenal o mensual. Más allá de ser un simple "dinero extra", la mesada debe ser vista como una herramienta educativa.
Cuando se maneja bien, la mesada ayuda a los niños a:
Entender el valor del dinero.
Aprender a administrar sus recursos.
Tomar decisiones financieras.
Desarrollar el hábito del ahorro.
Asumir la responsabilidad de sus propios gastos pequeños.
¿Cuándo es el momento adecuado para dar mesada?
No existe una edad universal, ya que cada niño es diferente. Sin embargo, muchos expertos coinciden en que:
A partir de los 6 o 7 años, los niños ya pueden comenzar a entender conceptos básicos como el valor del dinero, ahorrar o gastar.
En la adolescencia, la mesada puede evolucionar para cubrir más gastos personales, fomentando mayor responsabilidad.
Lo más importante es que el niño tenga un mínimo de comprensión sobre lo que implica administrar dinero. Si ya sabe contar, reconocer monedas y billetes, y comprende que el dinero se acaba, probablemente está listo.
¿Cómo dar la mesada de forma educativa?
Aquí algunos consejos para que la mesada realmente sea una herramienta de aprendizaje:
Establece un monto claro y coherente
Debe ser acorde a la edad, necesidades y realidad económica familiar. No se trata de dar mucho, sino de dar lo justo para que aprendan a administrar.
Define la frecuencia de entrega
Lo ideal es que sea regular: semanal para niños pequeños y quincenal o mensual para adolescentes. Esto les ayuda a planificarse.
No uses la mesada como castigo o premio
La mesada no debe estar atada al comportamiento o las calificaciones. Si se convierte en un premio, se pierde su valor educativo como herramienta de administración.
Motívalos a ahorrar una parte
Desde pequeños, enséñales que parte de su mesada debe destinarse al ahorro. Puedes ayudarlos con alcancías o cuentas de ahorro diseñadas para niños.
Permíteles tomar decisiones (y cometer errores)
Es normal que gasten mal su mesada al principio. La experiencia y los errores les enseñarán a valorar más el dinero.
Ejemplo
Imagina que a tu hijo de 8 años le das $3 a la semana. Puedes sugerirle que guarde $1 en su alcancía y use $2 para comprar algo pequeño. Con el tiempo, verá cómo su ahorro crece y aprenderá a esperar por cosas más grandes.
La mesada no es solo un dinero extra, es una oportunidad para formar hábitos financieros desde temprana edad. Con paciencia, constancia y buenos ejemplos en casa, puedes ayudar a que tus hijos se conviertan en personas responsables, organizadas y conscientes del valor del dinero.
Si aún no has dado el primer paso, este puede ser el momento. Comienza con una pequeña mesada, acompáñala de consejos y convierte el manejo del dinero en un aprendizaje divertido y valioso.
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